Nos reunimos en la biblioteca, en planta superior a las 20h. Asistieron: Lourdes, Anabel, Noemí, Maime, Antonio, Fernando, Ramón, María, Victoria y Guillermo.
En esta ocasión el libro era Siempre hemos vivido en el castillo de Shirley Jackson. Una breve novela o cuento catalogado como de terror gótico que narra la vida de Katherine Blackwood, una peculiar adolescente que vive junto con su hermana y su tío en un mansión americana, casi apartados del mundo y rechazados socialmente por la sospechosa muerte de sus familiares por envenenamiento.
La historia trata del mundo interior de Katherine y de sus esfuerzos por conservar su reducida existencia intacta frente a cualquier cambio o agresión exterior, empeño para el que no escatimará ningún medio a su alcance.
Las opiniones de los asistentes fueron positivas respecto al libro, en especial su narrativa sencilla que facilita la lectura y su capacidad para mantener la atención anticipando acontecimientos futuros pero sin detallarlos, suscitando la curiosidad.
Se comentaron los motivos del odio tanto a la familia por su riqueza y aislamiento, como a las protagonistas, consideradas, en cierto modo, unas brujas envenenadoras. Se analizaron las peculiaridades de la sociedad americana al respecto y se señaló la ausencia de figuras de autoridad administrativa en casi todo el relato, a pesar de los enfrentamientos descritos.
Todos estuvieron de acuerdo en que la novela se acerca más a un cuento que a una historia real, aunque los hechos relatados no sean fantásticos sino plausibles. Se destacó el papel protagonista de la comida y de la cocina, como núcleos fundamentales de la existencia, relacionándolos con los problemas de obesidad mórbida de la autora. También se mencionó, en la misma línea, la completa ausencia de impulsos sexuales en los protagonistas, nunca mencionados y, si acaso, sobreentendidos.
Se conversó sobre la obsesión de la protagonista por mantener su mundo construido, en el que se siente a gusto y por el que entiende que merece la pena luchar a cualquier precio. Una búsqueda del paraíso protegido que también puede estar relacionada con los problemas de agorafobia que sufrió la autora al final de su existencia.
Se señaló el excelente retrato que realiza del personaje de la hermana (Constance) como perfecta cuidadora y buena ama de casa, que no permite crecer con normalidad a la protagonista, ocupándose de todas las tareas, disculpando los errores y consintiendo siempre.
Se debatió sobre si el libro producía terror en algún momento y sobre si estaba bien encuadrado dentro del terror gótico, cuyo estandarte más popular quizá sea Edgar Allan Poe. Los asesinatos y el asalto de la casa pueden resultar elementos de terror pero el libro los trata con neutralidad, sin generar angustia más allá de la violencia reprimida que se percibe a lo largo de toda la obra y que estalla en cuanto aparece un resquicio, algo quizá propio de las sociedades occidentales, en las que se mantienen pulsiones latentes a pesar del barniz de civilización.
Ramón recomendó un documental que trata temas similares:
- Grey Gardens (1975): un documental que trata sobre Edith Bouvier (tía de Jackie Kennedy) y su hija, que vivieron en una gran mansión durante años rodeadas de basura y con más de 300 gatos, aisladas del mundo exterior.
Por último se comentó el final, recalcando que es propio de un cuento, tanto por el arrepentimiento del vecindario como por la sensación de final feliz, aun cuando se trata de una reclusión forzada por las circunstancias pero aparentemente deseada, por la búsqueda de estabilidad y el miedo al exterior, probablemente relacionados nuevamente con la agorafobia de la autora.
La próxima reunión tendrá lugar el viernes 22 de Marzo a las 20h en la biblioteca de Llanes. El libro elegido resultó ser El último encuentro de Sándor Márai, un autor húngaro del siglo XX. Adicionalmente se propuso también leer otra de sus obras más conocidas: La mujer justa.

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