El libro propuesto para lectura de este mes es¨Una temporada para silbar del autor Ivan Doig. La reunión tendrá lugar el 11 de Mayo.
En nuestros días se debate la conveniencia (o no) de una educación separada por sexos, por capacidad individual, incluso por religión u origen cultural/racial. El objetivo pretende ser una enseñanza adaptada a cada niño, rehuyendo una instrucción idéntica para quienes no lo son. Por supuesto, esto no impide que las posiciones de partida sean ideológicas y el debate discurra en busca de un respaldo con apariencia objetiva para cada postura.
Pero olvidamos que durante muchos años y en muchos lugares, no hasta hace demasiado tiempo también en gran parte de España, la escuela unitaria era la prevalente. Una escuela en la que un único maestro dividía su tiempo y atención entre alumnos que aprendían las primeras letras y alumnos que practicaban los rudimentos de la trigonometría. Poco espacio y tiempo tenía este maestro para discernir sobre el modelo educativo a seguir.
Es precisamente éste el escenario en el que se desarrolla Una temporada para silbar (Ed. Libros del Asteroide,2011, traducción de Juan Tafur). Una escuela unitaria de comienzos del siglo XX en un recóndito asentamiento de Montana al que han llegado recientemente colonos atraídos por promesas de un mejor destino que el tiempo está revelando como excesivas en el mejor de los casos.
A esta escuela asisten los tres hermanos Milliron. Su madre falleció hace casi un año y Oliver, su padre, renunciando a su empeño por sacar adelante a la familia con sus solas fuerzas, acaba de contratar los servicios de un ama de llaves procedente de de Chicago, Rose Llewellyn, a través de un anuncio en un periódico. .
Rose es una mujer muy peculiar. Su energía es inagotable y pronto pone orden en el caos de la casa de Marias Coulee. Su garbo y energía no solo devolverán el esplendor a los suelos y cortinas de la vivienda sino que alegrará la vida de los cuatro hombres que la habitan cohesionando a la familia y ganándose la confianza y aprecio de todos.
Pero toda cara tiene su cruz y ésta lleva por nombre Morris, el hermano de Rose, que ha llegado junto a ella sin oficio conocido más allá de una remota referencia a un negocio familiar de guantes. Su atildamiento, vocabulario, vestuario y el modo teórico en que afronta los problemas prácticos parecen lo menos apropiado para el rudo entorno de un poblado de pioneros.
La oportunidad para desarrollar su verdadera vocación llegará cuando la maestra titular de la escuela se fugue con un predicador y él ocupe la vacante a falta de otro candidato mejor que supla el repentino vacío.
Es en este momento cuando la novela alcanza el nudo que desarrollará en las sucesivas páginas, el proceso formativo de los jóvenes, en especial de Paul Milliron, el mayor, espoleados por los métodos heterodoxos de Morris.
Diversos acontecimientos irán marcando la vida en la pequeña escuela. Los conflictos entre los alumnos, las riñas infantiles y las agresiones más peligrosas rivalizarán con la siempre presente amenaza de algún padre poco proclive al sistema educativo o la más imprecisa amenaza de la visita del inspector. (Fuente: Confieso que he leído)
En este vídeo podéis escuchar una versión de Follow the drinking gourd, la canción que los niños de la escuela interpretean durante la noche del cometa.

¡Feliz día del libro!
ResponderEliminarOs dejo aquí el link a un artículo del periódico de ayer pues cita a Llanes y algo de su literatura.
http://www.elcomercio.es/planes/dia-libro-asturias-rutas-escenarios-literarios-20180420184903-nt.html
Perdón, soy Belén suplantando la ID de uno de mis hijos.
Eliminar