Reunión 28 de junio de 2024 - "Filomeno, a mi pesar" de Gonzalo Torrente Ballester

 Nos reunimos en la biblioteca, en la planta superior a las 20h. Asistieron: Lourdes, Belén, Victoria, María, Antonio, Julián, Paco, Carmen, August, Noemí y Guillermo.

El libro elegido era Filomeno, a mi pesar de Gonzalo Torrente Ballester, libro galardonado con el premio planeta de 1988; el autor también recibió el premio Nacional de Literatura en 1981 y el premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1982.

Se trata de de las memorias de Filomeno Freijomil, también llamado Ademar de Alemcastre, según la rama de la familia paterna gallega o materna portuguesa; un señorito apocado hijo de una pudiente familia provinciana. Marcado por su nombre y por su falta de caracter, recibió una educación esmerada y tuvo una vida bastante regalada, que le fue llevando a distintos escenarios (Londres, París, Lisboa, Madrid) no por obra de su escasa voluntad sino por azares del destino. Con una prosa maravillosa y un entretenido relato de los avatares de mediados del siglo XIX, la obra retrata diversas sociedades y articula los recuerdos de Filomeno a partir de las mujeres que ocuparon su vida.

En la obra se entremezclan muchos elementos de la propia vida de Torrente Ballester, que rompió su estilo de los años anteriores para redactar esta novela con tintes autobiográficos.

El libro resultó del agrado de la mayoría, aunque la parte intermedia que transcurre en Londres y París se consideró menos entretenida, se destacó especialmente la infancia y la parte final. 

En cualquier caso se valora la magnífica prosa y vocabulario del autor, la inserción de galleguismos, así como la ironía y el sarcasmo que arrancan sonrisas habitualmente y varias carcajadas. Los párrafos excesivamente largos, sin apenas puntos y aparte, dificultan un poco la lectura.

Se discutió sobre la veracidad de los personajes femeninos, que a algunos les parecieron demasiado arquetípicos y poco realistas, cuestionando incluso el conocimiento del autor de la psicología femenina.

Se criticó negativamente la estructura de la novela, un tanto desmadejada y con saltos temporales, de forma que no parece perseguir un fin concreto o una tesis, más allá de agrupar segmentos vitales del protagonista. Esto puede menoscabar el poso que deja la historia.

Se valoró muy positivamente la sátira que realiza de los distintos estamentos sociales, de las diversas ideologías y de las convenciones sociales.

La abulia o indolencia del protagonista, así como su falta de empatía, dificultan la identificación con él y restan atractivo a la novela, por carecer de la figura del "héroe". Su poca preocupación por el mundo y su vida acomodada producen un poco de rechazo, aunque otros opinaron que resulta meritorio articular una novela tan buena a través de un personaje tan soso y que este tipo de "antihéroe" aparece en otras novelas de Torrente Ballester como Los gozos y las sombras o La saga/fuga de J. B. 

Se le achacó la escasa crítica del franquismo, motivada quizá porque el propio autor tuvo que ganarse la vida en un mundo dominado por la censura, donde medró, por lo que no resultaría coherente ser demasiado crítico a posteriori.

Se señaló el paralelismo con otra obra que leímos hace unos meses, La mujer justa de Sandor Marai, en concreto sobre la vida del protagonista masculino, de la alta sociedad, con una vida programada desde la cuna en la que la voluntad individual queda relegada por la presión familiar y donde la necesidad de no destacar lleva a sobrevivir en circunstancias adversas.

La próxima reunión tendrá lugar el viernes 19 de julio en la Biblioteca, donde analizaremos El sentido de un final de Julian Barnes, que resultó la propuesta más votada.

Tras la reunión nos juntamos para cenar como despedida a Antonio, que marcha a pasar el verano en Alemania, y también como celebración del nonagésimo primer cumpleaños de Julián, que nos invitó a una copa de cava en su casa para poner un majestuoso colofón a la jornada.